lunes, 21 de julio de 2008

EL TORTUGO Y LA BIVALVA

Producciones El deseo de los quelonios S.A.

PRESENTA:

El tortugo y la bivalva
Historia de desencuentros y/o encuentros cerrados en espacios abiertos.
(Guión)

Finales a elección. Cualquier parecido con entreveros humanos no es, por supuesto, ninguna coincidencia.
Toma 1: El tortugo asoma su cabecita fuera del caparazón mientras la bivalva pretende tocársela, estirándose mucho porque hay un cascote entre ellos. Cuando logra su cometido, él, con asustado gesto, se repliega. La bivalva le dice: "cagón!".
Toma 2: La bivalva tiene sed, se arrastra penosamente sobre las calientes arenas tratando de alcanzar la olita, el quelonio la observa inmutable desde un montículo, levantando la cabeza y una ceja en simultáneo. Se sube al auto y se va raudo. El parabrisas trasero tiene una oblea fucsia que dice: yo elijo cómo y cuándo.
Toma 3: Flor Zurita, la bivalva, tras 50 días de sólo oír el sordo ruido de las profundidades del mar y sus propios pensamientos, emerge renovada, brillante y con aires de lady. Sabe que él estará en ese lugar, y retoma el senderito otra vez, en su búsqueda.
Toma 4: Encuentro del quelonio arrogante sentado muy oroño a la sombra, esperando con paciencia de tortugo de Gaza. La ostra -Flor zurita- se le acerca despacito, ojos rasgados, zapatos y calzones rojos, llena de lascivia pero con ganas de comérselo vivo aunque no tenga ni un sólo diente.
Toma final: se murió el guionista. No se sabe si se ahogó en llanto de rabia o si fue la marea roja.++

1 comentario:

ricardo dijo...

Gracias, Alicia!! Muy bello y suavemente irónico.
A seguir mandando que vale la pena.
ricardo.